sábado, 15 de diciembre de 2012

La importancia de una buena higiene bucal

Así como es muy importante para nuestra salud el comer bien y de todo, también lo es mantener nuestra boca limpia para evitar enfermedades bucales. Hay que tener en cuenta que la boca es la vía de entrada de los alimentos al organismo, y que su limpieza nos asegurará un proceso digestivo correcto. Por otra parte, una buena salud dental nos permitirá ahorrarnos un dineral en el dentista, además del sufrimiento de un dolor de muelas.


Las bacterias de nuestra boca transforman los azúcares en diferentes ácidos, como el ácido láctico, que se mezclan con la saliva y los restos de comida formando una placa que se adhiere a nuestros dientes, desgastando el esmalte y causándonos molestas enfermedades bucodentales. Lavarnos los dientes al menos tres veces al día, una después de cada comida, nos ayudará a evitar estas enfermedades, que podrían tener repercusiones en el resto del organismo. ¿Las más comunes? Las caries, la gingivitis, la halitosis o la periodontitis, entre otras.
- La caries es una enfermedad infecciosa que causa la destrucción del tejido dental, la cual es producida por estos ácidos formados. Unos de los factores que influyen en su aparición son la cantidad de azúcar (sacarosa) ingerido con la dieta y el tiempo que éste interactúa con los dientes. El resultado es un daño en el esmalte de los dientes y la aparición de orificios en ellos. Si son muy graves pueden llegar a afectar a los nervios o causar fracturas en los dientes; en este momento serían dolorosas. Incluso, si son muy avanzadas, pueden provocar su pérdida.
- La gingivitis es una inflamación de las encias, los ligamentos periodontales y los alvéolos dentales que sujetan el diente. Aparece normalmente cuando hay un acúmulo de placa (restos de alimentos, bacterias...) y sarro (placa no eliminada que se acumula y endure con el tiempo) en los dientes, causados por un déficit de higiene dental. Sus síntomas son el sangrado de las encías, además de su enrojecimiento, aumento de sensibilidad y brillo y, por supuesto, la inflamación.
- La halitosis o mal aliento deriva también de una mala higiene dental. Puede estar causada por el consumo de diversos alimentos con olor fuerte como las cebollas o el ajo; bebidas como el café, o algunos hábitos como por ejemplo el fumar o el simple hecho de no lavarse frecuentemente los dientes. Las bacterias y restos de comidas que se acumulan originan este mal olor. Las enfermedades anteriormente mencionadas también pueden originar halitosis ya que derivan de la misma causa; y la solución para todas ellas es única y fácil: la correcta higiene dental.
- La periodontitis es el grado posterior a la gingivitis. Las estructuras que sujetan el diente y que en la gingivitis se inflamaban, llegan al punto de no poder sostenerlo más y el diente se afloja y termina por caerse. Esta enfermedad es la causa principal de la caída de los dientes en los adultos. Los síntomas iniciales son los mismos que en la gingivitis, hasta que empieza a notarse ya que los dientes están flojos.
Es muy importante acostumbrarnos ya desde pequeños a lavarnos los dientes después de cada comida; ya que las dos primeras enfermedades suelen aparecer de forma más común en niños y adultos jóvenes. Aún así, de mayores tampoco nos libramos y cuanto más tardemos, más nos costará coger el buen hábito.
El cepillado deberá durar entre 2 y 3 minutos, prestando atención de limpiar todos los dientes. Será de arriba hacia abajo y no hacia los lados, para asegurarnos de que eliminamos los restos de comida de los espacios interdentales. Complementa este cepillado pasándote una seda dental o aplicando un antiséptico bucal líquido, para eliminar los gérmenes que forman la placa y la halitosis.
Disfruta de tu aliento fresco, de tu boca sana y de la seguridad que aporta una sonrisa blanca y bonita.

1 comentario:

  1. Muy buena esta entrada ¡ No todo va a ser comer! La higiene es fundamental.

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